Cada centímetro de piel. Cada rincón oculto que conduce al más absoluto regocijo. Labios que se desgastan transitando por los más placenteros recovecos del cuerpo y del alma. Parejas que se funden y entrelazan hasta la extenuación. Momentos de deleite inconfesables… Al caer el sol, Venecia oculta cuantiosos secretos. Más allá de su cara romántica y hedonista, la ciudad de los canales esconde un lado mucho más pasional y libertino. A lo largo de la historia pocos se han resistido a la sensualidad que emana la Serenísima. Nosotros también caeremos en la tentación recorriendo el Barrio Rojo de Venecia desde la plaza del Campo San Giacomo di Rialto, punto de partida de nuestro paseo guiado.

Durante el tour nos internaremos en las calles del barrio de San Polo, un sestiere (distrito) veneciano que albergó numerosas mancebías. Los prostíbulos eran identificados con una serie de farolillos rojos que se instalaban en la entrada de estos establecimientos. Jóvenes hastiados de un insatisfactorio matrimonio de conveniencia, amantes de las “nuevas experiencias”, lujuriosos de insondables deseos reprimidos… La clientela de estos locales era muy variada. Sin embargo, no siempre encontraban lo que buscaban. A veces, lo que en un principio iba a ser una noche de frenesí se tornaba en una velada de pesadilla…

El erotismo de Venecia, con un ambiente muy liberal para la época, causó una gran atracción para pintores, escritores y otros artistas que buscaban en aguas de la laguna dar rienda suelta a sus fantasías sexuales más depravadas. Al caer la tarde, el romanticismo y la idea del amor bucólico que plasmaban en sus obras se convertía en una pasión desmedida, casi irracional. Conoceremos algunas historias de intelectuales, aristócratas, nobles y plebeyos que sucumbieron a los encantos lascivos de Venecia.

Terminaremos esta ruta guiada en el barrio de Santa Croce, otro sestiere veneciano donde la lujuria también ocupa un lugar destacado en la historia de este distrito.